Pilares fundamentales para edades tempranas y su estimulación desde la alimentación del bebé y niño

Los Pilares Fundamentales para Edades Tempranas (PFE) o EYFS, por las siglas en inglés de Early Years Foundation Stage, están reconocidos como una etapa separada del aprendizaje ya que sirven para sentar las bases para que los niños comiencen una educación más avanzada y formal. El objetivo de los PFE es preparar a todos los menores de cinco años en cualquier institución para que más tarde puedan desarrollarse con éxito en el sistema escolar gracias a la base que da un ambiente seguro y feliz en el que pueden jugar y divertirse.

Existe un énfasis en el aprendizaje a través del juego activo animando a los niños y niñas a desarrollarse enfocándose en sus necesidades e intereses individuales. Es importante que los niños sientan que están jugando y divirtiéndose. Siguiendo este razonamiento, les debemos dar la posibilidad de elegir las actividades que desean realizar, aunque en ocasiones se les alienta a participar en ciertas actividades que les ayudará a desarrollar habilidades fundamentales como el saber escuchar, seguir unas instrucciones o algo tan simple como usar unas tijeras.

Seguro que leyendo lo anterior y asociando a la disfagia neonatal o disfagia pediátrica ya puedes ir haciendo hilos hacia la importancia de gestionar nuestras valoraciones, y diría que sobre todo intervenciones, tratamientos o abordajes de la disfagia a través del juego activo, de actividades dinámicas y alejándonos de modelos que provoquen que el niño sea instruido en una metodología de alimentación específica. Un grandísimo ejemplo, en niños sanos y sin disfagia, es el aprendizaje de la alimentación a través de la autonomía propia, como la alimentación con modelo Baby Led Weaning (BLW) o BLISS. El bebé experimenta, juega, prueba, observa, siente… para después ir yendo hacia el modelo de alimentación adulto e incluso, como no, participar de la tarea de preparar los platos y menús a tomar.

Los pilares fundamentales para edades tempranas constan de seis áreas de desarrollo y aprendizaje. Dentro de cada área hay una serie de objetivos de aprendizaje temprano que la mayoría de los niños deben alcanzar para el final de esta etapa:

1. El área personal, social y emocional: El desarrollo de un sentido positivo de sí mismo y el respeto por los demás. Saber vestirse y desvestirse, así como mantener una cierta higiene personal. Desarrollar un entusiasmo y predilección por aprender y conocer cosas nuevas. Aquí acompañamos también desde la alimentación. Qué diferente es un niño que ha crecido en un ambiente donde se le ha expresado “si no comes todo, eres malo” “si comes todo, te doy un premio” “si no comes, mamá va a llorar/se va a enfadar” donde el control de la alimentación depende de provocar un sentido positivo hacia otro o tener que gestionar un sentido negativo hacia sí mismo. Me encantaría dejar aquí que estos modelos de alimentación con peques con dificultades no aparecen, pero la realidad es que los adultos seguimos insistiendo en que el niño coma a base de crear un sistema negativo de sí mismo.

2. El área de la comunicación, el lenguaje y la alfabetización: Escuchar cuentos, empezar a leer y escribir son las competencias de esta área al igual que el desarrollo de la confianza. ¡Alimentarse, mientas compartimos la mesa, tiempo y espacio, favorecen la comunicación, lenguaje, habla y establece vínculos de confianza! Una mamá, un papá, una abuela, un cuidador… que desde el nacimiento comparte los momentos de alimentación: en lactancia o alimentación con biberón, una mamá que comparte miradas, que habla con su pequeño, que lo atiende, que pone voz a sus conductas (por ejemplo a los 4 meses que empiezan a distraerse con cualquier ruido o movimiento fuera de la burbuja de la diada)… en el inicio de los nuevos alimentos, siendo parte de la interacción con el objeto-comida, nuevamente poniendo voz a los movimientos, sabores, texturas, sensaciones… que el bebé transita.

3. La resolución de problemas, razonamiento y cálculo: Mediante historias, canciones, juegos, logramos el desarrollo de una comprensión y solución de problemas. Es importante que los niños se sientan cómodos con los números y utilizar el lenguaje con expresiones de comparación como «más pesado que» o «mayor». Los números y todos estos adjetivos también están presentes en momentos de alimentación y sin duda son rutinas repetitivas, por lo menos 3 veces se va a suceder en un peque típico que coma en la mesa (desayuno, comida y cena) y dependiendo de la edad, tendrá 1, 2 o 3 meriendas que se suman. Todos estos son momentos magníficos para trabajar este pilar.

4. El área del conocimiento y la comprensión del mundo: Empezar a dar sentido al mundo que les rodea, ampliar sus conocimientos sobre el entorno natural, el uso de herramientas y materiales diferentes para construir cosas y la exploración de las TIC (tecnologías de la información y comunicación). ¡Esto no significa que el peque coma con la tablet! Es evidente y lo comento en modo de ironía. Dependiendo del hogar y los intereses familiares habrá mayor o menor estimulación en esta área desde el mundo de la alimentación. Hoy en día podemos encontrar en el mercado platos, vasos, cucharas, tenedores, cuchillos de distintos materiales. También, si les permitimos, los peques pueden colaborar en elaborar las recetas e incluso servir con nuevos utensilios.

5. El área de desarrollo físico: Habilidades de coordinación, de control del movimiento y la manipulación del entorno. Puede comenzar la comprensión de la importancia de un estilo de vida saludable. Ya tan solo en el paso a nuevas texturas a los 6 meses queremos que como prerrequisito exista un desarrollo de la coordinación visomotora suficiente como para que permita un mano-boca para que el bebé se alimente con autonomía. Sin duda, también aparecerá la pinza como motricidad fina para tomar pequeños trocitos de alimento.

6. El área del desarrollo creativo: Desarrollar la imaginación y la creatividad en ámbitos como el arte, la música, el movimiento y la danza. Los juegos imaginativos y de roles en diferentes actividades. Qué mejor que jugar a las cocinitas cuando tenemos un peque con dificultades en su alimentación o como primeros pasos para trabajar la aversión oral.

Como dato curioso sobre los Pilares Fundamentales para edades tempranas, te cuento que, en países anglosajones, por ejemplo, Inglaterra es obligatorio realizar una valoración sobre los mismos a la edad de 5 años. Con esta valoración, las familias y profesionales trazan los futuros años académicos desde un plan de estudio individualizado. ¡Suena maravilloso, ¿verdad?!

En España todavía no tenemos una legislación ni tampoco una red organizativa suficiente como para que cada niño sea monitorizado en los pilares fundamentales y se trace un plan académico a partir de ellos. Pero sin duda, y desde unos años atrás, conocemos la importancia de la estimulación temprana para el desarrollo exitoso de los niños con el objetivo de, como se describe en la legislación inglesa, “asentar bases seguras para la posterior educación formal”.

Además, es importante que haya un control sobre todas las instituciones que trabajan con niños. Y esto va desde las guarderías hasta simplemente una canguro que venga a cuidar al niño durante un par de horas a la semana. Todos deben aportar por el desarrollo integral del niño. Esto también significa que todas las personas que tengan contacto con niños de 0-5 preparan actividades que favorezcan el crecimiento saludable tanto físicamente como psicológicamente del niño, siguiendo las seis áreas que hemos visto en esta entrada.

Además, es un buen sistema para que todas las personas que trabajaron con el niño de los 0 a los 5 años aporten información valiosa y necesaria para el informe de Perfil ya que el niño es un individuo único, colaborando posteriormente con el docente de la escuela.

Si eres logopeda trabajando en disfagia neonatal o disfagia pediátrica, tienes una labor extensa en los pilares que se describen. Tu trabajo con el peque que atiendes en clínica tiene una relevancia muchísimo mayor que simplemente pensar en la disfagia y su tratamiento. No se trata simplemente de que el bebé o niño coma de forma segura y eficaz, sino que se trata de potenciar el desarrollo desde una visión amplia e integral.

Pilares fundamentales para edades tempranas y su estimulación desde la alimentación del bebé y niño

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